Se fue el borbón: ¿Por qué dejó la peluca el rey “emérito” de España?

Juan Carlos I con la Reina Sofía de Grecia

Juan Carlos I, rey “emérito” de España, vio muy cerca a los sabuesos de las fiscalías de su país y de Suiza que desde hace dos años le siguen los pasos por una serie de transferencias de millonarias sumas que, sin justificación alguna, guardaba en varias cuentas en paraísos fiscales europeos y de otras partes del mundo y, ante la posibilidad de acabar encarcelado, optó, sin más, por agarrar sus corotos y marcharse del país.

 
La Casa Real asegura que se enteró de la decisión del borbón por una carta que éste le entregó a su hijo, el rey Felipe VI, mientras que el Ejecutivo presidido por Sánchez dejó claro que el “pacto institucional” que da base a la existencia de la Corona sigue vigente y “sólo se debe juzgar a las personas y no a las instituciones”. 

Al borbón se le acusa, de entrada, de enriquecimiento no justificado, legitimación de capitales y fraude fiscal. Según las investigaciones, millonarias sumas ingresaron a cuentas cifradas de empresas de fachada y de testaferros del monarca. Las transferencias provenían de fondos en la banca suiza de representantes de la familia real de Arabia Saudí. Los fiscales españoles y suizos que dirigen el proceso creen que los árabes pagaron a Juan Carlos elevadísimas comisiones por su intermediación en favor de varias empresas que construirían el tren de alta velocidad (AVE) a La Meca. 

El entonces monarca instruyó a sus asesores contables para que hicieran varias transferencias de dichos fondos a Corinna Larsen, quien durante varios años fue su amante. Lo que nunca imaginó el rey millonario era que, una vez concluida la relación con la empresaria alemana, ésta relataría sus andanzas a un comisario de la inteligencia española, quien grabó la conversación que hoy hace parte de las pruebas del proceso. Y así comenzó la nueva pesadilla del más viejo de los borbones. 

No hay certeza sobre cuándo y dónde comenzó la relación entre Juan Carlos, de 82 años, y Corinna, de 56. Se sabe que al comienzo de su amorío con el borbón, Corinna estaba casada con el príncipe alemán Casimir zu Sayn-Wittgenstein. 

¿Dónde está el borbón?

Hoy los españoles, un poco en broma y otro poco en serio, especulan sobre el posible paradero del rey “emérito”, estatus creado especialmente por decreto para protegerlo, ya que su abdicación le suponía la pérdida de beneficios y prerrogativas incluso de orden económico. 

El borbón con el dictador Francisco Franco (EFE)

Algunos medios y analistas que siguen el tema creen que Juan Carlos está en Portugal, específicamente en Estoril. Otros estiman que el “desaparecido” se refugió en una paradisíaca villa junto al mar en República Dominicana, adonde habría llegado en vuelo proveniente de Lisboa. Aunque ninguna de las fuentes confirma estas versiones, son las que cobran más fuerza. 

A continuación recopilamos una cronología más detallada del escándalo que mantiene en fuga y en lugar desconocido al polémico “rey emérito” de España, elaborada por el equipo de Público (publico.es) 

No posee inmunidad internacional

El rey emérito Juan Carlos I tendría que declarar ante el fiscal suizo Yves Bertossa si éste decide citarlo en su investigación abierta por supuestos delitos fiscales y de blanqueo entorno a la tapadera 'off shore' con la que se ocultó la fortuna del monarca en el país helvético, superior a los 100 millones de dólares y de los que 65 millones fueron transferidos a su examiga Corinna Larsen. 

Varios especialistas coinciden en que el rey emérito no posee el privilegio de la inmunidad internacional desde su abdicación en 2014 y estaría obligado a declarar en Suiza si es citado y se gira a España una comisión rogatoria contra él. La inmunidad internacional protege a todos los jefes de Estado, pero no reconoce la figura de un rey emérito o rey padre. 

Fiscales de España y de Suiza le siguen los pasos al rey "emérito"

A partir de esa fecha "no hay inconveniente alguno para investigar y, llegado el caso, juzgar y condenar a Juan Carlos I, como a cualquier otro ciudadano, tanto por las autoridades judiciales españolas como las suizas", explica Ignacio González Vega, magistrado, exportavoz de la asociación progresista Juezas y Jueces para la Democracia y especialista en cooperación jurídica internacional. 

El profesor de Derecho Constitucional y abogado Daniel Berzosa coincide con González Vega: "El Rey Don Juan Carlos I no es inmune, sino que sólo está aforado. Por ello, la justicia helvética podría instar su declaración en la investigación sobre un supuesto delito de blanqueo que mantiene abierta". 

Acuerdo entre partidos

ERC, Bildu, Compromís, Más País, Junts, la CUP, el BNG y Nueva Canarias solicitaron que el Congreso abra investigación sobre el papel de las empresas públicas españolas que participaron de la construcción del tren de alta velocidad AVE a la Meca, tras el continuo veto de la Mesa del Congreso a abrir pesquisas sobre las supuestas comisiones recibidas por el rey emérito por dicha adjudicación, un asunto que está en manos de la Fiscalía del Tribunal Supremo. 

Pagos de sobornos por las obras del AVE a la Meca son la clave de la investigación contra el borbón (EFE)

Rey “emérito” aislado

La estrategia del Gobierno y Zarzuela para proteger a Felipe VI ha causado un aislamiento político aún mayor de Juan Carlos I, a medida que arrecian las revelaciones sobre su fortuna secreta en Suiza y cuando se cumple un año de su retirada de la vida pública. El legado de la Transición y la instauración de la democracia corren el riesgo de desbaratarse, mientras Zarzuela y Moncloa sopesan incluso su salida de la que ha sido su residencia con el fin de alejarlo de Felipe VI. 

La presión va en aumento a medida que se conocen los detalles sobre los más de 100 millones de euros que Juan Carlos I tenía ocultos en Suiza; las sospechas sobre el origen de esta fortuna; el tren de vida que llevaba el rey en plena crisis económica, y el hecho de que, siendo jefe del Estado, encargara la creación del mecanismo opaco a Hacienda. 

Las claves: 

Estas son algunas de las claves que pueden acabar con Juan Carlos I y su legado: 

1.- Mecanismo para ocultar más de 100 millones de dólares

En el año 2008, Juan Carlos I recibió en su despacho a los gestores de fortunas Arturo Fasana y Dante Canónica. Les encargó la creación de "una estructura" secreta en Suiza destinada a ingresar una donación de 100 millones de dólares que iba a recibir del rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz al-Saúd. En Panamá se crearon la Fundación Lucum, con cuenta en el banco Mirabaud en Suiza. El dinero llegó de Arabia Saudí por medio de una transferencia. En 2010 esta cuenta secreta se nutrió con otros 1,9 millones de dólares (1,7 millones de euros). 
2.- ¿El jefe del Estado declaró a Hacienda? 

La alemana Corinna Larsen fue durante varios años el "segundo frente" en la vida sentimental de Juan Carlos

Juan Carlos I, entonces jefe del Estado, debió pagar 52 millones de euros por la donación que dice que recibió del rey de Arabia Saudí en el año 2008. Tendría que haber presentado la liquidación correspondiente del Impuesto de Donaciones. Los gestores suizos reconocen que el mecanismo montado estaba destinado para ocultar esta fortuna al fisco, así como la identidad de su principal beneficiario, Juan Carlos I. 

3.- El tren de vida, mientras España sufría la crisis económica 

Entre los años 2008-2012, en plena crisis económica, Juan Carlos I fue gastando esta fortuna secreta a razón de 100.000 euros al mes. Vivía en una finca de El Pardo donde el monarca decidió independizarse en 2006, cuando la "entrañable amistad" con Corinna comenzó a consolidarse. El dinero lo retiraba el propio monarca con su firma de la caja de Mirabaud. En 2012 Juan Carlos I ordenó cerrar la cuenta y enviar la cuantía existente -64,8 millones de dólares- a Corinna Larsen -antes Corinna zu Sayn-Wittgenstein- a un banco en Bahamas. 

4.- Los delitos podrían haber prescrito

El presunto delito fiscal que cometió Juan Carlos I al no declarar la donación prescribió el pasado 1 de julio. Ahora bien, si se produjeron movimientos de ese dinero posterior, tal prescripción quedaría interrumpida y el rey emérito podría ser acusado si la defraudación supera los 120.000 euros al año. Por su parte, el delito de blanqueo -que prescribe a los 10 años- también es difícil de probar en este tipo de transacciones internacionales. 

Ambos delitos, en su versión agravada, implican unas penas totales de hasta 12 años de prisión. El rey Abdalá falleció en 2015 y es difícil que desde Arabia Saudí se confirme que la fortuna pudo ser una ‘retrocomisión’, como sospecha el fiscal suizo Yves Bertossa. La clave son las personas implicadas en las adjudicaciones del AVE a La Meca y los movimientos de su dinero en el ámbito internacional. 

5.- La investigación data de 2017

La Fiscalía Anticorrupción abrió unas diligencias secretas en el año 2017 para confirmar si se repartieron 80 millones de euros en comisiones por parte de empresas españolas que recibieron la adjudicación del AVE a La Meca. La investigación ha sido remitida a la Fiscalía del Supremo, ya que Juan Carlos I está aforado allí desde su abdicación. 

Juan Carlos I con su hijo Felipe VI, heredero de la corona, actual rey de España


6.- Un incisivo fiscal suizo

Las fiscalías de ambos países han pactado el reparto de las competencias de cada uno, después de las visitas del fiscal suizo Yves Bertossa a España. La española investiga a Juan Carlos I y a los empresarios que pudieron participar en estos pagos, mientras que la suiza se encarga del resto de los implicados, como son los gestores de la fortuna oculta y Corinna Larsen.
 
7.- La Fiscalía se opondrá a que el emérito declare en Suiza 

La Fiscalía del Supremo ha abierto estas diligencias informativas para despejar toda duda respecto a si Juan Carlos I pudo cometer delitos fiscal y de blanqueo y, en su caso, si han prescrito o no. Los fiscales de ambos países mantuvieron en octubre pasado una tensa reunión donde los españoles dejaron claro: Juan Carlos I era jefe del Estado cuando se cometieron los hechos que se investigan en Suiza. 

Legalmente, Juan Carlos I perdió la inmunidad internacional el día de su abdicación y del acceso a la jefatura del Estado de Felipe VI: el 19 de junio de 2014. Y tendría que declarar en Suiza si es citado por Bertossa, según confirmó Público.

8.- Corinna, principio y fin

La investigación de este caso arrancó a raíz de unas grabaciones descubiertas al comisario jubilado José Manuel Villarejo cuando fue detenido en 2017. Consiste en una entrevista que mantuvo en Londres con Corinna Larsen (antes princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein) y el expresidente de Telefónica, Juan Villalonga, en el hotel Connaught. En ellas, la "amiga entrañable" de Juan Carlos I aseguraba que el rey emérito tenía una fortuna secreta y que había cobrado comisiones por la adjudicación del AVE a La Meca. El dinero estaba oculto en cuentas en el extranjero, controladas por terceros como su primo Álvaro de Orleans. También reveló que ella habría sido utilizada como testaferro para ocultar su patrimonio en el extranjero. 

publico.es / Europa Press

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