Siete sugerencias para saber leer mejor
Suena utópico, pero lo cierto es que leer influye mucho en conseguir aquello que nos propongamos. Seguir estos sencillos consejos nos ayudarán a que nuestra lectura sea aún más enriquecedora.
Existen estudios que demuestran que leer no solo reduce el estrés, sino que aumenta nuestra concentración y mejora la memoria tanto a corto y a largo plazo.
Bill Gates y Elon Musk son dos grandes ejemplos de la importancia de leer. Musk, además, defiende que su "conocimiento" no solo proviene de la lectura, sino del orden en el que la realiza.
Expertos de la Harvard Business Review (HBR), entre otras publicaciones, han descubierto algunos trucos para aumentar el tiempo que le dedicamos a la lectura, y así recoger al máximo sus beneficios.
Aceptar que está bien dejar un libro
Hay veces que por lo que sea no nos sentimos cómodos con un libro. Puede ser por su lenguaje o simplemente porque no estemos en el momento personal o anímico para esa lectura.
Es habitual sentir que renunciar a una lectura que hemos empezado es una derrota, pero la realidad es que estamos dejando espacio para otro título más adecuado para este momento.
Gretchen Rubin, autora del best seller The Happiness Project, explica "renunciar te brinda más tiempo para leer buenos libros. Mientras menor sea el tiempo de la lectura, más te liberas del sentido de obligación”.
Se publican unos 50 mil libros al año. ¿Por qué gastar nuestro tiempo en tomos que no disfrutamos?
Lee en todas partes
El autor Stephen King es un firme defensor de la lectura. Tanto que establece en 5 horas diarias el tiempo recomendado para leer si realmente quieres evolucionar.
King predica con el ejemplo. El escritor lee en la calle, en el patio de su casa e incluso mientras camina. A priori lo de andar y leer al mismo tiempo parece un poco locura, pero la cosa se ve diferente cuando conocemos que este hábito es el que ayudó a King a vender más de 350 millones de ejemplares de sus obras.
Neil Pasricha, participante de la investigación Harvard Bussiness Review afirma “hay minutos escondidos en cada esquina y estos agregan minutos al tiempo”. Con esto no queremos decir que nos olvidemos de nuestra vida personal, pero si que aprovechemos la oportunidad de leer en casi cualquier parte.
Mantente en silencio
La ciencia ha comprobado que cuando trabajas para una tarea o meta compartir con otros tus objetivos puede ser contraproducente y tener menos posibilidades de éxito.
Un estudio de 2009 comprobó que cuando jóvenes estudiantes de psicología ponían por escrito las actividades a realizar en un experimento y se las compartían al sujeto de estudio, éste sentía menos ganas de realizarlas. Por el contrario, en otro grupo que no compartió su lista de actividades previstas con el sujeto de estudio en cuestión, estos dedicaron mucho más tiempo a las actividades programadas.
Cuando compartimos nuestras metas, perdemos la motivación por el trabajo. Por eso, si tenemos el compromiso de leer más libros es mejor reservarlo para nosotros mismos. Ponerlo por escrito, pero no hacerlo público.
Limita las distracciones
Hay quien lo consigue llevando la televisión al sótano y dando mayor protagonismo a la estantería de libros en casa. Cada uno debe buscar sus propios trucos, pero al final todo se resume en convertir la lectura en una prioridad y apartarse de otros hábitos improductivos que nos roban el tiempo.
El psicólogo Roy Baumeister realizó un experimento que bautizó como “galleta con chispas de chocolate y rábano”.
En la investigación Baumeister pidió a los sujetos resolver un rompecabezas. A unos les ofreció comida, concretamente unas galletas, y a otros nada. A los primeros se les advirtió que no se las comieran.
Pues bien, el grupo de las galletas fue el primero en darse por vencido. Habían gastado toda su energía en evitar comerse las galletas.
Evitar las distracciones innecesarias y construir un entorno apropiado para la lectura nos ayudará en nuestro cometido de leer más y mejor.
Lee en papel
Bajo la misma máxima anterior, leer libros físicos nos ayuda a limitar las distracciones y a entrenar nuestra fuerza de voluntad. Si leemos ebooks es más fácil que tengamos la tentación de chequear nuestro correo electrónico o procrastinar por la red.
Además, así nuestra vista y nuestra mente descansará de las pantallas, algo que siempre es de agradecer.
Cambia tu forma de pensar
Ryan Holiday, estratega de medios y escritor, destaca que cambiar nuestra mentalidad acerca de la lectura es la clave para leer más. “Lo que necesitas es dejar de pensar en leer como algo que tienes que hacer… ésta deviene de manera natural, como respirar o comer lo es para ti. No es algo que haces porque lo sientes, sino porque es un reflejo, un defecto”, nos dice.
Un sueño se logra marcándose primero pequeños objetivos específicos para llegar después al éxito. El truco está en marcarse metas diarias hasta que convirtamos la lectura no solo en un hábito, sino en una necesidad.
Busca listas previamente curadas
A menudo nos estresa más el pensar qué leer, entre una oferta cada más amplia e interesante, que la acción de leer en sí.
Por ello, es recomendable buscar listas previamente curadas.
Seguramente será difícil que lleguemos a los 50 libros al año de Bill Gates o a las 500 páginas al día de Warren Buffet, pero mejorar nuestra propia marca de lectura nos ayudará a mejorar nuestra habilidad para procesar información y todos los demás beneficios que solamente la lectura nos proporciona.
Por Paula L. Izquierdo
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