Dr. José Gregorio Hernández, el médico que une a Venezuela

Por La web de la salud / Fotos cortesía 

El proceso de exhumación del Dr. José Gregorio Hernández permitió dejar los restos del próximo beato de manera muy digna y, en su momento, podrán ser colocados en un Panteón que a futuro se edificará en su honor, señaló el presidente de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela. 

La figura del Dr. José Gregorio Hernández siempre ha estado presente en los afectos del Dr. Enrique Santiago López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina (ANM) de Venezuela, por la fe que en su casa y en su familia se le profesaba. 

Ya como médico, “me causaba mucha curiosidad, al entrar a una sala de hospitalización, incluso estudiando Medicina, observar al pie de la cama de los pacientes, o en la cabecera, una figura de José Gregorio Hernández; una pequeña imagen al lado de la persona o una estampita en la mesa de noche. Siempre la fe presente en José Gregorio Hernández”. 

Los médicos nos acostumbramos, al final de la revista médica, a decirle al paciente: Tenga fe, José Gregorio lo ayudará. Es decir, le cedíamos el honor de su curación a José Gregorio. Cuando llegábamos de un fin de semana, y veíamos que los pacientes evolucionaban bien, la frase típica era por aquí pasó José Gregorio Hernández”. 

De esta forma, la devoción y la curiosidad hacia la figura del Dr. José Gregorio Hernández (Isnotú, estado Trujillo, Venezuela. 1864 – Caracas, Venezuela. 1919), siempre lo han acompañado. 

Esta cercanía se hace ahora más estrecha, al haber dirigido el Dr. López-Loyo al equipo que exhumó los restos mortales del Dr. José Gregorio, como parte de los protocolos de la Iglesia católica para cumplir el proceso de beatificación de quien fue declarado venerable, en 1986, por el papa Juan Pablo II. 

La curación de la niña Yaxury Solórzano, herida de bala en la cabeza en un caserío del estado Guárico, fue el milagro comprobado que llevó al papa Francisco, el 19 de junio del 2020, a autorizar el proceso de beatificación de José Gregorio Hernández. 

Un laboratorio fantástico 

El Dr. Enrique López-Loyo, antes de este hecho histórico de la exhumación, ya había convertido su curiosidad y pasión hacia la figura del venerable, en objeto de una larga y prolífica investigación, que elevan la figura del Dr. José Gregorio Hernández al campo pionero de la investigación científica y de la atención primaria, lo cual explica por qué su llegada a los altares es un tema de fe, pero también resultado de su desempeño profesional. 

“Cuando en una conversación con mi maestra Claudia Antonieta de Suárez, tocamos el tema de la labor de José Gregorio en la ciencia, nos interesamos en estudiar la visión real del hombre científico y del médico porque siempre se preconizaba la figura del santo en el corazón del pueblo venezolano”, explica. 

La investigación les permitió dar respuestas apasionantes sobre la trascendencia del Dr. José Gregorio Hernández en el ámbito de la medicina venezolana, reunidas en el libro José Gregorio Hernández, la epopeya de su laboratorio, con el subtítulo, historia del primer laboratorio científico venezolano. 

Cuenta que el Dr. José Gregorio, quien había egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV), fue enviado por el Gobierno nacional, en el periodo del doctor Juan Pablo Rojas Paúl, para formarse en París en distintas cátedras universitarias y dar inicio al laboratorio científico. 

Llega a su destino “con una extensa capacidad intelectual. Era un hombre que manejaba cinco idiomas y ya en aquella época, significaría para él una puerta grande para ingresar a Europa y asimilar todos los conocimientos que existían en la meca de la medicina de ese tiempo. 

La medicina francesa era la escuela más tradicional de la medicina mundial. Se desarrollaba sobre la cama del enfermo, haciendo todas las maniobras clínicas para establecer un diagnóstico. Muy tímidamente se asomaba la tecnología en el área de Laboratorio”. 



El Dr. López-Loyo observa que estaba en boga la teoría de Darwin, pensamiento que chocó con la filosofía del Dr. José Gregorio Hernández, quien era creacionista y no evolucionista, “sin embargo, se preparó muy bien”. 

Cabe señalar que la caída del gobierno de Rojas Paúl obliga al Dr. José Gregorio a regresar a Caracas antes de la fecha prevista. 

Además de un amplio bagaje intelectual, logró adquirir los insumos para el laboratorio y hasta entregar el vuelto de los 13,000 bolívares asignados por el Gobierno. 

Este laboratorio será un “calco” de la experiencia europea. En su viaje de retorno a Venezuela, lleva las sillas, la cristalería, los aparatos para probar el funcionamiento hematológico, los cuatro microscopios más modernos de la época, elementos de identificación de parásitos, además de diferentes reactivos. 

Este laboratorio, de inspiración francesa, y resultado de su experiencia europea, nació en la humildad que destaca el presidente de la ANM. 

Todavía no estaba construido el Hospital Vargas. Al pedir un espacio, al Dr. José Gregorio le indican como único lugar disponible, el corral de la UCV. 

En ese espacio se levanta la estructura que organiza con el valioso cargamento, cuyo arribo tuvo lugar por el puerto de La Guaira. 

De manera personal se encarga de supervisar el material en su descenso del barco. “No se quebró ni una sola cristalería”, afirma el Dr. López Loyo. 

Este laboratorio, afirma el Dr. López Loyo, es el germen de la investigación en Venezuela. 

“Fue el precursor del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), del Instituto de Biomedicina o del Instituto de Investigación del Zulia. 

Vemos así a un José Gregorio Hernández precursor de la actividad científica, en un ambiente rural con padecimientos crónicos, con parasitosis, fiebre amarilla y malaria”. 

Desde este espacio científico, “era capaz de generar una serie de elementos de convicción para establecer un adecuado diagnóstico, de allí la importancia de ese laboratorio”. 

El Dr. José Gregorio, como docente de la UCV, también fundará las cátedras de Fisiología Médica, de Fisiología Experimental para la universidad, el área de Bacteriología y Anatomía Patológica “y así se estructura la modernización de la Medicina en Venezuela”. 

Pionero de la atención primaria 

El presidente de la ANM, al analizar la vida de José Gregorio Hernández en su formación científica, señala que fue capaz de entregar una excelsa experiencia académica y de trabajo a la medicina venezolana. 

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha planteado principios que ya eran aplicados por el médico de los pobres en su momento: la atención primaria de salud como una estrategia para mantener el equilibrio en el sistema sanitario nacional, y el fundamento de la llamada medicina basada en evidencia, dirigida a lograr un diagnóstico preciso y no exceder en hacer exámenes innecesarios al paciente”. 

¿Cómo estos dos principios se expresan en el hacer médico y científico del Dr. José Gregorio Hernández? 

El Dr. López Loyo señala que en efecto fue precursor de la atención primaria en salud, no solo en Venezuela, también en América Latina. 

“No se conformaba con recibir a un paciente en su consulta: Iba a su casa, lo trataba y estaba pendiente de su situación”. 

Lo aconsejaba sobre la manera de tomar los medicamentos e incluso educaba a la familia sobre temas como la disposición de la basura, el lavado de manos, las áreas de higiene común en la casa y, a las madres, les explicaba los beneficios de la lactancia materna. 

El Dr. José Gregorio también “era capaz de llevarle la medicina a quien no la tenía, porque la compraba con los recursos de su propio trabajo”. 

En relación con la medicina basada en evidencia, el Dr. José Gregorio contaba con el conocimiento para un excelente análisis clínico del paciente. 

Le tomaba muestras de hematología, verificaba si el paciente tenía malaria o parásitos y hasta podía hacer biopsias y citologías, como parte de un abordaje integral. 

Esta práctica médica, y el hacerlo bien con los recursos disponibles, le valió su fama, dice el Dr López Loyo. 

“Las personas decían que había un hombre milagroso y allí comenzó su leyenda. Luego se agranda cuando muere. Fue un hombre capaz de trascender en el tiempo y ya está santificado por el pueblo”. 

De la ciencia y de la fe 

Un segundo texto que aborda la doble dimensión espiritual y científica del Dr. José Gregorio Hernández, es el libro San Giuseppe Moscati y el venerable José Gregorio Hernández. Anatomopatólogos, médicos de los pobres, autoría del Dr. Enrique Lopez-Loyo, en conjunto con los doctores Claudia Blandenier Bosson de Suárez y Franco Calderato Di Ruggiero, con prólogo de monseñor Tulio Ramírez, vicepostulador de la Causa de Beatificación y Canonización del Dr. José Gregorio Hernández. 

El libro fue editado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) bajo su sello editorial abediciones. 

El Dr. López-Loyo señala que en el texto se hace un análisis de la vida de José Gregorio y del santo italiano. 

“Nacieron en familias similares; también fueron protectores de sus hermanos porque sus padres murieron de manera precoz y ambos se desempeñaron como médicos,investigadores y grandes docentes”. 

Ese paralelismo, señaló, fue conteste con la actividad espiritual, la compasión con los pacientes y el apego a las normas de acercamiento en circunstancias de problemas de salud. 

Observa que ambas vidas son similares. Sin embargo, San Giuseppe fue canonizado en 1986 y todavía la causa del Dr. José Gregorio está en proceso. 

Al respecto, el cardenal Baltazar Porras consignará seis ejemplares de este libro ante la Causa de los Santos, por cuanto la obra tiene alegatos de valor que podrían ayudar al reconocimiento de los milagros futuros del Dr. José Gregorio, porque luego de su beatificación (prevista en abril de 2021), sigue la canonización para elevarlo a la dignidad de santo. 

De esta forma, el presidente de la ANM, en cierta forma, también ha colaborado en doble manera con el proceso de beatificación del venerable: con el aporte de este libro que viajará a Ciudad del Vaticano y, de manera impecable, con su trabajo de largas horas como coordinador del grupo técnico y científico que llevó adelante la exhumación de los restos del Dr. José Gregorio. 

Como se explicó, este proceso se cumplió en atención a los procedimientos contemplados por la Iglesia católica y concluyó el reciente 3 de noviembre con la presentación del informe final ante las autoridades eclesiásticas. 

El presidente de la ANM reconoce que luego de reconstruir la vida del Dr. José Gregorio desde la investigación y en los libros, este momento lo honra en su condición de patólogo con entrenamiento en el área forense y como presidente de la ANM. 

Cabe señalar que el Dr. José Gregorio Hernández fue miembro fundador de la Academia. Ocupó como Individuo de Número el sillón vigésimo octavo. 

“Esas circunstancias, aunadas a la gran fe que profesa mi familia, y yo también hacia José Gregorio, agrandada aún más en la elaboración de dos publicaciones biográficas en ámbitos totalmente diferentes, me motivaron a tener una fortaleza especial en esta encomienda”. 

Recuerda el momento espiritual que significó levantar el ataúd y observar sus restos; pasar de la exaltación del momento al recogimiento, “atravesando ese portal que lleva desde la ciencia a la fe porque ambas se correlacionan una con otra”. 



“No hay fe sin ciencia porque la fe se practica a través de una metodología de compasión, de ponerse en el lugar del otro. La ciencia, por su parte, es un método que comienza con observar y luego demostrar que ocurrió un hecho, por tanto, la fe y la ciencia están imbricadas”. 

Este ejercicio que he tenido en las últimas semanas, observa, dándole dirección a este equipo de profesionales de la Antropología, la Odontología y la Patología Forense, fue justamente una práctica de ciencia y de fe. 

Proceso laborioso 

El presidente de la ANM precisa que el proceso de exhumación fue bastante laborioso. 

“Inició con el reclutamiento y selección de personal idóneo. Por fortuna logramos tener en nuestro equipo lo más granado del área de Antropología, Patología y Odontología Forense. 

Ese equipo demostró una gran solvencia, basada en su experiencia previa, y en su base académica, todos relacionados con la UCV, en mi caso, como egresado de posgrado de Anatomía Patológica, y como docente de la Escuela Vargas de Medicina de la UCV”. 

Elaboraron una planimetría y se estableció un protocolo con mediciones de temperatura, humedad, las condiciones macro ambientales y micro ambientales que resultó exitoso. 

En el caso de las piezas óseas, se procedió a su limpieza y cuantificación, seguida de la restauración a través de procesos químicos para garantizar el aumento de su capacidad de duración. 

También se cumplió, como requisito de la Santa Sede, con la obtención de una reliquia, llamada reliquia primaria o magna, destinada al Vaticano. Su eminencia, el cardenal Baltazar Porras, escogió la clavícula derecha. 

Por otra parte, el equipo fue capaz de extraer fragmentos mínimos de tejido óseo, en particular de aquellas piezas que estaban muy fragmentadas, para lograr una gran cantidad de muestras que serán distribuidas en los templos de veneración del beato, tanto en los actuales como en los futuros. 

El presidente de la ANM señala que el proceso de beatificación, al ocurrir “en medio de la complejidad que vive el país en su sistema sanitario, y con una pandemia en un país depauperado en su servicio sanitario”, es una especie de oasis, una buena noticia para todos, “ya que llega a la fe del pueblo venezolano”. 

Analiza que José Gregorio Hernández “tiene la capacidad de unirnos a todos alrededor de su figura. Es un momento para Venezuela muy importante y así lo entendimos”. 

Explica que el trabajo permitió dejar los restos del próximo beato de manera muy digna y, en su momento, podrán ser colocados en un Panteón que a futuro se edificará en su honor. 

Como presidente de la ANM, valora que justo sea un médico el primer beato hombre de Venezuela, “quien se ganó el respeto profesional; luego el cariño del pueblo y fue llevado en hombros por la fe del venezolano. Es un hecho importantísimo para el gremio estar representados en esa figura que sirve como aliciente en las circunstancias actuales”. 

-¿Qué milagro le pediría a José Gregorio Hernández? 

-Si le tuviera que pedir un milagro no forzosamente sería un milagro de curación. Sería curar el alma del venezolano; tratar de colocar ese bálsamo que nos alivie e interceda para que el país sea libre pronto. 

Que tengamos la capacidad de reencontrarnos unos con otros, con quienes están afuera y en el país. José Gregorio es una especie de punto de unión entre todas las partes de Venezuela, entre las maneras de pensar y de llevar adelante los requerimientos de país. 

Podemos tener un punto de encuentro en José Gregorio y, en medio de las circunstancias tan difíciles, será un apoyo a nuestro renacimiento como nación. Así lo creo de manera ferviente.


Dr. Enrique Santiago López-Loyo. Nació en Cabure, estado Falcón (1966). Egresó como Médico Cirujano de la Universidad Francisco de Miranda (Coro, estado Falcón, 1992). En la Universidad Central de Venezuela realizó estudios de posgrado y obtuvo el título de Médico Especialista en Anatomía Patológica. En La Universidad del Zulia (LUZ) se graduó de Doctor en Ciencias Médicas. En 2006 participó como investigador invitado en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Madrid, España. Fue jefe del Departamento de Patología Comparada del Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel” (Caracas) y médico adjunto del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Militar “Dr. Carlos Arvelo”. Coordinador Docente y profesor del posgrado de la Universidad Central de Venezuela con sede en dicho centro asistencial. Es autor de varios trabajos de investigación y publicaciones científicas. Fue electo en noviembre 2014 Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina, sillón XXXI y es el actual presidente de la Academia Nacional de Medicina (periodo 2020-2022).

Violeta Villar Liste

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