2020: “Pa’ adivino Dios"

A mediados de febrero de 2020 el periodista caraqueño Luis Carlos Martín publicó un jocoso artículo en el que, hilvanando anécdotas y elementos históricos, invitaba a sus lectores a romper los mitos sobre el año bisiesto. Al referirse al coronavirus, que empezaba a ser noticia por su vertiginosa propagación en China y otras partes del planeta, tan sólo escribió: “En este 2020 está de moda un coco mundial”. Transcurridos nueve meses de uno de los años más extraños que ha vivido la humanidad, perplejo, Martín sólo atina a decir: “Pa’ adivino Dios”.

A romper los mitos del año bisiesto

Por Luis Martín

Caraqueños, este año es bisiesto…y ahora sí, pendientes, el mundo se va a acabar. Caracas sucumbirá ante un mega tsunami que pasará por encima del Guaraira Repano. Imagínate la masa de agua. Saber nadar no te servirá de mucho. Tus días están contados…

Con augurios como ese, sembraban (o buscaban sembrar) pánico entre los habitantes de esta gran capital cada vez que iniciaba un año que incluyera al 29 de febrero como un día más en su agenda oficial… “El Ávila es un volcán apagado y ahora sí se encendió…”

Este año, como hace cuatro y como será dentro de cuatro más, es bisiesto, lo que implica un día extra en el calendario, que por costumbre histórica y por acomodos en los ordenamientos administrativos del pasado se anexó a febrero. Este año “habemus 29F”.

John Lennon Fue asesinado el año bisiesto de 1980

Resulta que la humanidad a todo le tiene una explicación (si no, la inventa) y como desde siempre, por influencia religiosa, de cualquier tendencia, entra en juego el bendito maniqueísmo que contrapone dos caras de los hechos: como si la vida tuviese su monedero, dicen por ahí que durante los años bisiestos aunque haya algo bueno algo malo está por suceder.

Hagamos un breve repaso anecdótico-histórico acerca del asunto. ¿Qué implica agregar un día al calendario? Y más allá de la fe, por qué durante los años bisiestos la historia ha registrado tragedias y sus consecuencias.

En 1666, año bisiesto, Londres fue arrasada por un incendio que destruyó la mitad de la ciudad

Los estudiosos de las estrellas y los astros en general, desde días inmemoriales, generaron un estándar para medir el paso del tiempo, para entender los ciclos naturales de los fenómenos que desde lo desconocido daban paso a las estaciones, a las grandes temporadas de lluvia y sus contrapartes de sequías, que de alguna manera marcaban las pautas para el cultivo y el mejor provecho de la Tierra para la subsistencia de la especie humana.

Martin Luther King, su asesinato se produjo un año bisiesto (1968)

Nacen así los calendarios, que cada cultura diseñó a su manera. Por ejemplo, el calendario romano, creado por Rómulo y que se pasa de 10 a 12 meses por año. No obstante los grandes observadores notaban disparidad en los ciclos naturales. Con ello nace el calendario juliano y luego el gregoriano, al que se decidió agregar en 1582 un día más a manera de compensación por las 6 horas que sobraban cada vez que la Tierra giraba alrededor del Sol.

El hundimiento del Titaninc en su viaje inaugural (1912)

Una vez oficializado el 29 de febrero como día terrenal comenzaron a suceder cosas en torno a él… Se dice que la probabilidad de nacer ese día es de una entre 1.461 y se estima que cerca de 5 millones de personas han nacido en tan especial fecha de manera legal cada cuatro años. Pero como el reloj no detiene su tictac esos agasajados del último día de febrero hacen sus rumbas todos los años el 28 de febrero o el 1° de marzo, porque no aguantan tan larga pausa sin recibir regalos ni felicitaciones.

Robert Kennedy fue asesinado el mismo año bisiesto que Luther King (1968)

Tan exclusiva es la fecha que el santoral solo asoma cuatro nombres: el palestino San Dositeo, el francés San Augusto Captelaine, el armenio San Gregorio de Narek y San Román. Este cuarteto del team celestial comparte fecha de defunción el 29F. Se salvan San Cocho y San Pateste porque son como el indómito amor del Caballo Viejo de Simón Díaz: no tienen horario ni fecha en el calendario.

Una red de supersticiones se ha tejido en torno a tan peculiar día que se asocia a signos negativos, pero no por caprichos ni por imposiciones, sino por hechos de impacto para toda la humanidad, como por ejemplo los asesinatos de personajes históricos como Mahatma Gandhi en 1948, Robert Kennedy y Martin Luther King en 1968, John Lennon en 1980 o Indira Gandhi en 1984, o el hundimiento del Titanic en 1912, por citar algunos sucesos de relevancia. No en vano en 2012 nos hicieron dormir con un ojo abierto porque astrónomos, astrólogos, brujos, hechiceros y prestidigitadores anunciaron el fin del mundo por relacionarlo con la culminación del ciclo del calendario Maya. A dios gracias se pelaron tanto los prístinos como los nuevos agoreros…y aquí seguimos, sorteando profecías.

Gandhi fue asesinado en 1948 en Nueva Delhi

En este 2020 está de moda un coco mundial con ese coronavirus. Dios nos proteja a todos. Año bisiesto y anda esa peste desatada causando estragos y sembrando terror y muerte.

Sin embargo, cada vez que se registra un año bisiesto el mundo del deporte mundial está de fiesta y no con cualquier acontecimiento sino con la máxima cita atlética mundial: los juegos olímpicos, que al menos desde su nueva fase denominada Juegos Olímpicos de la era moderna, desde 1936, se ejecutan precisamente en años bisiestos…

El año bisiesto de 1936 selló el inicio de la Guerra Civil española

Y aunque no es caraqueña, Caracas y toda Venezuela tiene sobradas razones para esperar como se vaticina el logro áureo de Yulimar Rojas, quien no solo debe vencer a sus dignas rivales sino al destino y a las leyes de la gravedad cuando registre su salto dorado (como esperamos) a la inmortalidad. 

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