La guerra de Ucrania ya ha comenzado en el periodismo
El constante discurso de desautorización de la credibilidad de Rusia va acompañado de la imposición de que la versión oficial de Occidente es obligatoriamente veraz, y este puede ser un formato de desinformación. Pascual Serrano Se dice que la primera víctima de la guerra es la verdad, una frase atribuida al senador estadounidense Hiram Johnson en 1917, pero hace mucho que ya sabemos que no hace falta empezar una guerra para que la verdad termine sacrificada. Eso sí, cuando suenan los tambores, la desinformación sube en decibelios. Ya lo vimos en anteriores conflictos: Afganistán para buscar a un Bin Laden que no estaba en ese país, Iraq y armas de destrucción masiva que no existían, “rebeldes y libertadores” en Siria y Libia que resultaron ser terroristas islámicos, serbios a los que se les bombardeó por el delito de “invadir” su propio país... Ahora toca Ucrania y Rusia. Desde Occidente se suele recurrir con frecuencia a denunciar la censura que existe en Rusia, a sus campañas de des